9 de marzo de 2011

El cazador, cazado.

Me he callado tantas cosas, igual este es el momento de decirtelas, ¿no?
Cuando te vi, sinceramente, me pareciste mas bien del monton. Quizá asta del monton para abajo. En cambio yo te vi mirarme. Me miraste con habre. Sí, con hambre. Como si quisieras comerme. De no verte nunca empecé a verte en todos los lugares, tu nombre sonaba en todas mis combersaciones. Sentía como si me siguieras. Y nosé muy bien cuando fue. Si fué una mañana al despertarme o fué después de comer. Pero me di cuenta de que te quería. Que irónico ¿no?
Ahí empezó mi condena, mi condena contigo. Porque viste que te ahorrabas el cazar a la presa, comida facil ¿no? Fácil y rápida. Cuando me querías me tenías, cuando no te apetecía yo me quedaba como una tonta esperandote. Lo que no sé es porqué no me cansé antes. Es algo que nunca llegaré a comprender.
Y que si ahora me miras con amor en vez de hambre, es tu problema, ya no es el mio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dime tu opinion! :D