27 de enero de 2012

De pequeños, nos encaprichamos con la muñeca nueva.
Luego crecemos, y dejamos los muñecos por ropa, maquillaje,..
Cuando cumplimos dieciocho pensamos en el carnet de conducir, en una casa.
Siempre nos parece poco lo que tenemos y queremos mas.
Pero yo ya empiezo a preguntarme, si los pantalones que me compré ayer pueden hacerme más feliz, que una sonrisa de un niño bacunado de malaria. enfermedad que acaba con la vida de tantisimas personas a diario. Igual es que como no lo vemos a diario, no somos tan conscientes de ello. Pero poco a poco me voy dando cuenta, de lo afortunada que soy. Y lo consumista que soy. Que somos.
No sabeis lo que me gustaría arreglar el mundo. Como todo sería mas facil, si la gente se diera cuenta a diario de lo que digo. Porque admito, que yo misma olvido a veces la suerte que tengo y me quejo por no poder comprarme algo, o por no tenerlo. Cuando en realidad no lo necesito.
Y entonces pienso en que si yo recapacito por unos simples pantalones, y si ese dinero, en vez de gastarlo en un capricho, ayudase a alguien. Y solo con unos pantalones. Si todos pudieramos ayudar con eso que no nos hace falta. Imaginar todo lo que no les hace falta a cantantes, a famosos,... las cifras se disparan.

Me encantaría, aunque se que es imposible, que la vocecilla que suena a veces en mi cabeza, sonase en la de todo todo el mundo. Y quien sabe, tal vez si unos no necesitaran tanto, todos tendríamos lo indispensable.

2 comentarios:

  1. Esta muy buenoo el blooggiie :D Pachate http://iwillfind-someonelikeyou.blogspot.com/

    ResponderEliminar

Dime tu opinion! :D