Creo que todo lo que he escrito, siempre ha ido dedicado a ti. Tal vez no directamente, pero entre las líneas se colaban recuerdos, frases, palabras, que iban encadenadas a tu nombre. Siempre.
Y es que yo no puedo atarte, pero tampoco me pidas que no haga nada, si vienes me besas, me miras, y te bas. Porque no puedo. Porque  me jode no poder echarte en cara lo que he sufrido por ti. Porque hace tiempo que no tenemos nada, o que lo que tenemos para ti no significa nada, que por otro lado es un poco de lo mismo.
No te entiendo, sabes? Vienes, juegas con los recuerdos, me hablas de nosotros. Y luego te marchas como si no hubiera pasado nada?
A veces, cuando vuelves, creo que ya no me duele, que estoy bien. Pero entonces te vas, otra vez, y me doi cuenta que solo intento parecer fuerte, pero que no lo soy sabes, no soy nada fuerte.

Y luego dudo, pienso y no se ni que hacer con todo lo que siento. Porque han pasado más de 300 y 400 noches. Y nunca hemos llegado a decirnos adios del todo. Igual ya es el momento, de decir adios de una puta vez, y empezar a ser fuerte.